Ya hemos hablado de lo que es la adoración eucarística, pero quizá todavía te preguntes: ¿qué beneficios puedo obtener de la práctica de la adoración al Santísimo?
A esa pregunta es a la que voy a responder ahora mismo, indicándote nada menos que 10 beneficios.
Beneficios de la adoración al Santísimo
Paz interior
Lo primero que ganas al hacer adoración al Santísimo Sacramento es paz interior. Pero no te engañes, puede que no llegue enseguida. Tienes que aprender a dejar de mirarte el ombligo, a dejar de ser como el fariseo, centrado tanto en sí mismo que no permitía al Señor acceder a él.
Según vayas abandonándote al Señor, más paz encontrarás. Y eso es mucho más sencillo estando frente a Él, cara a cara.
Te irás transformando en otro Cristo
Siempre se dice que se expone el Santísimo, pero el hecho es que los adoradores también se exponen a Él, como ya expliqué en la entrada sobre qué es la adoración eucarística.
Te haré una pregunta: ¿qué ocurre cuando dos personas tienen una relación muy continuada e íntima?
Van tomando expresiones y formas de hablar del otro, ¿verdad? Incluso a veces basta con que una comience una frase para que la otra persona la termine.
Es un poco como si cada persona tomara partes de la otra para darse forma.
Pues imagínate estando ante el Señor, abierto a Él. En intimidad con Cristo.
Puedes ganar indulgencias
¿Sabes que pasar al menos media hora de adoración al Santísimo tiene indulgencia plenaria? Por supuesto, con las condiciones habituales para ganarlas.
Puedes salvar almas (entre ellas, la tuya)
No solo por medio de las indulgencias plenarias, sino también ofreciendo tus oraciones por la conversión de otras personas y por la tuya propia.
No subestimes el poder de la oración ante el Santísimo. Es el contexto ideal para el encuentro con Jesucristo, que está ante ti en cuerpo, sangre, alma y divinidad.
Aumento de Gracia
Otro importante beneficio de la adoración al Santísimo Sacramento es el aumento de la Gracia. Es muy sencillo: si nos dejamos invadir por la presencia del Señor, si le dejamos que nos vaya transformando, estaremos más inmersos en la vida divina.
Justo lo que es la Gracia: participación en la vida divina.
Y, claro está, si nos descubrimos perdiendo la Gracia por el pecado, querremos recuperarla cuanto antes por medio de ese maravilloso sacramento que es la Penitencia.
Aumento de Fortaleza
Estar en el mundo no es fácil en absoluto. Menos aún siendo un católico comprometido. Pero Jesús nos dijo que no tuviéramos miedo, que Él había vencido al mundo.
Si nos abandonamos a Él recibiremos otro de los importantes beneficios de la adoración al Santísimo: aumentará nuestra fortaleza. Es decir, nuestra capacidad para mantenernos firmes en nuestra fe ante las dificultades, ante las persecuciones, ante todo lo que, cada día, trata de apartarnos de Dios.
Es lógico, ¿no? Nos empapamos del Señor. Buscamos que sea Él quien viva en nosotros. Y Él ya ha vencido al mundo.
Aumento de conciencia de la presencia de Dios
Te harás mucho más consciente de que Dios está ahí, junto a ti, en cada momento de tu vida. Tanto como en los buenos como, en especial, en los malos.
Le tendrás más presente, porque su presencia no se limita al Santísimo: se queda contigo al salir de la capilla.
Quietud y espacio para la reflexión y la liberación
Permanecer un rato en silencio ante el Santísimo, adorándole, nos permite apartarnos durante ese tiempo del ruido del mundo. Dejar fuera las prisas para estar tranquilo sumergidos en el amor del Señor.
Ese es un espacio ideal para la reflexión y para reconocer y liberarse de patrones negativos en los que estemos inmersos y quizá ni siquiera nos habíamos dado cuenta.
Aumento del amor a la Eucaristía
La adoración eucarística es la extensión lógica de la celebración eucarística. Una vez consagrados el pan y el vino, transformados en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, lo lógico es adorar al Señor presente en las especies consagradas.
¿Por qué? Porque sabemos que está ahí de una forma muy especial.
El contacto con el Señor hará que apreciemos de forma muy especial la Santa Misa, en la que se hace presente. En la que renueva de forma incruenta el sacrificio de la Cruz. De la misma forma, se acrecentará nuestro amor hacia la Eucaristía en sí misma, un misterio de amor insondable, extremo, infinito.
Desarrollo de la vida espiritual
¿Qué mejor manera de desarrollar la vida espiritual que ponerse al alcance directo de quien es el Santo? Siempre, claro está, y como ya he repetido varias veces, que nos pongamos ante Él sin querer imponernos. Abriéndonos a la Gracia, ofreciendo nuestras miserias y nuestras victorias.
Hemos visto 10 beneficios de la adoración al Santísimo Sacramento. ¿Se te ocurren más? Déjamelos en comentarios.
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