Aunque parezca mentira, porque todos sabemos que el diario “El País” es mucho más serio que un vulgar panfleto propagandístico (creo que me está creciendo la nariz), parece ser que en dicho periódico les ha dado por acusar a la Iglesia de poco menos que ser un “paraíso fiscal“, de estar mantenida por el Estado, y ese tipo de tonterías que algunos siguen creyendo por el tema ese de repetir las cosas hasta el infinito y más allá.
El caso es que la Conferencia Episcopal les ha pedido que rectifiquen, mandándoles una nota sobre los puntos erróneos que se empeñan en difundir. Por supuesto, como se espera de un periódico tan serio, han pasado olímpicamente de ellos.
La nota es la siguiente (la negrita es mía):
Sr. Director:
Le solicito que rectifique lo publicado en la página 32 de la edición de “El País” del domingo 26 de febrero, donde se afirma que el Estado “tiene en nómina a obispos y curas como si fuesen funcionarios”. Es falso. Son las diócesis quienes retribuyen mensualmente a los sacerdotes. Lo podrían hacer con el dinero que procede de una parte del Fondo Común Interdiocesano, distribuido anualmente por la Conferencia Episcopal Española y que a su vez, se compone, entre otras partidas, del dinero que los contribuyentes, de forma libre y voluntaria, asignan cada año en su Declaración de la Renta a favor de la Iglesia. Pero ni siquiera todas las diócesis pagan los sueldos con el dinero del mencionado Fondo, porque en él se incluyen partidas de asignación y no de distribución directa a los interesados.
En la misma información también se asegura que la Iglesia católica está exenta del IBI “en virtud de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede”. Tampoco es cierto. Ese régimen fiscal está regulado por la Ley de Mecenazgo 49/2002. Es en virtud de lo que allí se recoge por lo que la Iglesia disfruta de las mismas exenciones que otras instituciones sin fines lucrativos.
Isidro Catela Marcos
Director Oficina de Información
Conferencia Episcopal Española
Más información: “Los obispos denuncian públicamente a El País por mentir sobre el “paraíso fiscal” de la Iglesia“. La pena es que los denuncien sólo públicamente y no ante un juez…