Fragilidad
Artículo publicado en Católicos con Acción el 13/10/2015.
Fragilidad
“Los días del hombre son como la hierba: él florece como las flores del campo; las roza el viento, y ya no existen más, ni el sitio donde estaban las verá otra vez.” (Salmo 103)
Tenemos una curiosa tendencia a pensar que somos indestructibles. Al menos, la mayor parte de las veces actuamos como si tuviéramos garantizado un mañana. Como si la única posibilidad que hubiera fuera que a un día le sucederá otro, y así continuamente en una hilera de días sin fin.
Pero basta que tengamos un accidente o un simple atisbo de una enfermedad grave, por ejemplo un pequeño susto en una revisión cardiaca, para que veamos las orejas al lobo y nos demos cuenta de que la muerte está ahí. No acechando, porque la muerte no acecha. Nos acompaña desde que somos concebidos y hasta que llega el momento de acompañarla a ella.
Y ahí está: la certeza de que somos frágiles. De que un simple virus o un pequeño coágulo pueden hacer que tu vida termine de pronto. Se acabó el mito del ser humano indestructible. El ser humano es frágil en extremo.… Sigue leyendo