Sonrisas falsas
Cuando empezó todo este tema de que había que llevar mascarilla, recuerdo que leí el tuit de alguien, no recuerdo quién, que venía a decir algo como: ahora tendremos que aprender a sonreír con la mirada.
¡Qué bonito!
¡Cuántos “me gusta”, retuits y demás recibió!
¡Qué solemne tontería!
El hecho es que, cuando alguien sonríe de verdad, y recalco el “de verdad”, ya se nota en la mirada. La sonrisa sube a los ojos. En cambio, cuando la sonrisa es falsa, se queda en la boca. Por tanto, uno piensa que esta persona del tuit tiene cierta tendencia a la sonrisa falsa. O que no ha visto una sonrisa auténtica en su vida, que también podría ser. Porque hay muchas sonrisas falsas por ahí, y eso es algo que no se puede negar.
Por desgracia, incluso sonrisas de las que suben hasta los ojos también pueden llevar de fondo una falsedad que, quizá, ni siquiera conozca el portador de la susodicha sonrisa. Pero eso es otra historia que no tiene tanto que ver con la propia sonrisa como con la naturaleza caída del ser humano y cómo dejamos que nos domine.… Sigue leyendo