Chiara “Luce” Badano y Alexia González Barros

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Aunque parezca que el mal está por todas partes, que no merece la pena luchar, que es mejor dejarse llevar, siempre encontramos ejemplos de personas que nos muestran que eso no es así. Personas sin las cuales el mundo sería mucho peor, que irradian una enorme luz incluso tras su muerte. Y no se trata de santos de hace siglos, que muchas veces pensamos que son difíciles de entender en nuestra época. Son santos que ya se sabe (o, al menos, se sospecha) que lo son incluso antes de su beatificación. Una de esas personas es Chiara “Luce” Badano, beatificada el pasado 25 de septiembre. Una niña que murió a los 18 años de un cáncer de huesos que la fue comiendo por dentro. Y, cuanto más la devoraba el enemigo, más se acercaba a Cristo en la Cruz. Cada sufrimiento ofrecido para Jesús. Ni siquiera quiso morfina para mitigar los dolores, para poder “compartir todavía con Él la Cruz”. Y, aún así, no se la quitaba la luz de los ojos ni la sonrisa del rostro. Ella aceptaba la voluntad de Dios y veía la enfermedad como una oportunidad para irse acercando a Él cada vez más pura.

Alexia fue otra niña, en este caso española, que también fue una fuente de luz para los que la conocieron y ahora también para los demás. Está en proceso de beatificación. También un cáncer la atacó. También venció, porque no se dejó vencer por su enfermedad. Se agarró a la Cruz de Cristo, se encontró crucificada, y ofreció su sacrificio al Señor. Luz en la mirada. Sonrisa en el rostro.

Todo lo que diga de cualquiera de las dos no las hará justicia. Lo mejor es leer sobre ellas, conocerlas, y seguir su ejemplo en nuestra vida. El ejemplo de dos niñas que se agarraron a la Cruz y vencieron a la enfermedad y a la muerte.

Jorge Sáez Criado escritor ciencia ficción y fantasía
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Jorge Sáez Criado tiene una doble vida: unos días escribe sobre espiritualidad y otros hace sufrir a personajes imaginarios que se enfrentan a épicas batallas entre el bien y el mal. Informático durante el día y escritor durante la noche, este padre de familia numerosa escribe historias con una marcada visión positiva de la vida sin dejar de lado una de las principales funciones de la ficción: explorar la verdad.