Ayer, 30 de marzo, a las 20:00 daba comienzo un momento importante para mí. La presentación de mi segunda novela, Apocalipsis. En concreto, en la parroquia de san José Obrero de Burgos.
El recibimiento no pudo ser mejor, el salón estaba lleno. Tengo que dar las gracias a D. Carlos, el párroco, por cedérmelo para la presentación y por aceptar de buen grado el papel de presentador de un servidor. También tengo que dar las gracias a todas las personas que acudieron. ¡Sois fantásticos! Me sentí arropado por todos y cada uno de vosotros.
D. Carlos comenzó hablando un poco de mí para, a continuación, pasar a reproducir el vídeo extendido del anuncio de la presentación.
Lo siguiente fue hablar de mi libro. Porque, como diría Umbral, yo había ido a hablar de mi libro. Y, como es natural, expliqué un poco cómo surgió la idea de Apocalipsis.
A continuación, hablé de un tema que vertebra la novela desde el principio hasta el final: la esperanza.
Sobre esto quiero escribir una entrada en exclusiva, ya que dio para mucho. Y es que, aunque uno siempre asocie la palabra apocalipsis a la destrucción, la muerte, la persecución, en realidad el leitmotiv del apocalipsis no es otro que la esperanza en Dios.
La presentación continuó con un diálogo con D. Carlos sobre distintos temas relativos a la novela, desde qué había dejado de mí en los personajes hasta por qué había elegido como nombre del papa Pío XIII, pasando por desvelar a qué personaje le tengo más cariño.
Por último, las preguntas de los asistentes, también muy interesantes: si me parece que el Apocalipsis está cerca (la trama de la novela transcurre relativamente cerca en el tiempo), mis próximos proyectos… ¡incluso que explicara el significado de la palabra apocalipsis por si alguien no lo conocía! Es, creo yo, la parte que más disfruto en las presentaciones.
Muchas gracias de nuevo a todos los que colaborasteis para que la presentación saliera bien y a quienes fuisteis a pasar ese rato conmigo.
Aquí podéis ver la presentación:
