¿Encontráis la diferencia?
Yo sí. La diferencia está en que en unos sitios se desperdicia la comida mientras en otros sitios la gente se muere de hambre. Así de simple. Como recuerda el Papa, es una vergüenza que en los países desarrollados de Europa se pague por destruir excedentes de la agricultura mientras que en otros países esos excedentes salvarían vidas.
Pero así somos de desarrollados, ¿no? Sólo hay que ver la foto de la izquierda.