¿Alguna vez te has preguntado qué tiene de especial el nombre de Jesús? El ángel Gabriel le dijo explícitamente tanto a José como a María que el niño que nacería de esta última por acción del Espíritu Santo se debía llamar Jesús. El nombre sobre todo nombre, como más tarde escribiría san Pablo.

Significado del nombre de Jesús
En primer lugar, hay que tener presente que el nombre era algo muy importante en el mundo semita. Si nos fijamos, en la Biblia no son infrecuentes las ocasiones en las que se pone o se cambia un nombre. Y Jesús sabemos que también cambió el nombre de Pedro para darle una misión.
Entonces, está claro que el hecho de que el Hijo encarnado se tuviera que llamar Jesús y no de otra manera no es casual ni un simple capricho. Y es que, en Jesús, el significado de ese nombre se realiza en plenitud. Porque Jesús quiere decir «Dios salva».
Él es la salvación de Dios. Esa era su misión al encarnarse, misión que cumplió hasta el límite de la crucifixión.
Por tanto, tener devoción al nombre de Jesús es tener devoción a la misma salvación de Dios. Un nombre que, tal como decían los primeros jesuitas, «es más hermoso que el amanecer y la luz», y por el que debían estar dispuestos a dar la sangre.
Dado su significado, este hermoso nombre es, de por sí, una oración de invocación y de acción de gracias. Una oración bien sencilla que todos podemos decir desde el corazón en cualquier momento del día. Jesús, Jesús, Jesús… Al ritmo de la respiración, significando el soplo del Espíritu. Jesús, Jesús, Jesús. A esta se le suele llamar la oración del corazón.

¿Por qué se le dice Jesucristo a Jesús?
Jesús es el Mesías, término hebreo que significa «ungido». Es decir, que Jesús es el Ungido. En la Biblia vemos cómo se unge a reyes y sacerdotes para significar su misión y su aprobación por Dios. Esas personas ungidas eran enviados de Dios para cumplir una misión.
El Mesías sería el Ungido por antonomasia, el que salvaría a su pueblo.
Y Cristo viene a ser el equivalente de Mesías en griego. Por lo que llamar a Jesús Cristo es reconocerle como Mesías.
De ahí que Pablo lo llamara frecuentemente Iesoûs Christós, «Jesús, el Mesías», que se acabó contrayendo en la palabra Jesucristo. Por tanto, cuando llamamos a Jesús Jesucristo, lo que estamos haciendo es similar a decir: Jesús, nuestro salvador y Mesías.

¿Por qué se le llama Enmanuel a Jesús?
Este nombre puede resultar más extraño, ya que no es el nombre que se le dijo a María y a José. Sin embargo, tiene fácil explicación cuando entendemos que la venida de Cristo cumplió las profecías mesiánicas. Y una de ellas es la que aparece en Is 7, 14:
«Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel».
Enmanuel significa Dios con nosotros. Y es un bello nombre, además de revelador.
Nuestro Dios no es un Dios lejano. Interactúa con su pueblo. Lo escucha, le guía. Incluso le da una serie de normas para que sepan en todo momento cómo actuar de la manera que los acerque más a Él.
Desde el mismo instante de la Creación del ser humano podemos ver esa cercanía, que continuará a lo largo de toda la historia de la salvación hasta llegar a su cúspide en Jesús.
Si ya antes Dios se mostraba cercano, ahora cruza la barrera entre Él y sus criaturas, encarnándose la Segunda Persona de la Trinidad, haciéndose humano.
Más aún: haciéndose alimento para nosotros. Ni siquiera los ángeles tienen la Eucaristía. Dios nos la dio a nosotros.
El Enmanuel es Dios con nosotros, hecho carne. Y, por eso, Jesús es el Enmanuel. Es la cercanía de Dios.

¿Por qué se le llama hijo de David a Jesús?
En 2 Sam 7 nos encontramos con que Dios le promete a David un descendiente que gobernará para siempre Israel. La casa de David se mantendría para siempre. De ahí que la esperanza de Israel estuviera en un hijo de David, un descendiente suyo que fuera el Mesías.
Esta profecía también se cumple en Jesús. Él es hijo de David por parte de José, su padre adoptivo. Él es, por tanto, el Mesías esperado, vástago de David, en quien se cumplen las promesas.

¿Por qué se le llama hijo del hombre a Jesús?
Jesús se llamó a sí mismo en muchas ocasiones así, «hijo del hombre». Y este es un nombre muy interesante. A primera vista, no deja de ser una forma de enfatizar su pertenencia a la raza humana. Es decir, que es verdadero hombre, además de ser verdadero Dios.
Pero esto nos lleva a entender que, precisamente por ser «hijo del hombre», comparte esa misma naturaleza humana que todos tenemos. La tiene en plenitud, sin mancha del pecado original (ni de ningún otro pecado). De manera que, por Él, esta naturaleza será redimida. De alguna forma, es como un hombre prototípico. Un segundo Adán.
No solo eso: Jesús también se está identificando con la figura de la que habla el profeta Daniel:
«Seguí mirando. Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo. Avanzó hasta el anciano y llegó hasta su presencia. A él se le dio poder, honor y reino. Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. Su poder es un poder eterno, no cesará. Su reino no acabará» (Dan 7, 13-14).
Así pues, con este título cristológico, Jesús se declara Dios a la vez que hombre, dejando patente su cercanía para con el ser humano.
¿Y tú? ¿Rezas con el nombre de Jesús?
Glorifica a Dios con tu vida.