Cada uno tiene su propia película. Y lo suyo es que sea el protagonista de ella, ¿no? Al final y al cabo, es suya.
Sin embargo, si estás acostumbrado a ver cine, también estarás acostumbrado a que unos personajes sean los buenos y otros los malos. O, si lo quieres ver de otra manera, héroes y villanos.
¿No te ha ocurrido que algunas personas te miran mal o hablan mal de ti sin que tengan ningún motivo para ello? Al menos, que tú sepas.
No se puede complacer a todo el mundo. Siempre vas a ser el malo de la película para alguien, da igual lo que hagas.
¿Por qué?
Vete tú a saber. Por tus opiniones, por tu aspecto, por una mala primera impresión… Por lo que sea.
Pero no es algo que tenga que hacerte perder la paz. Al contrario, sus problemas son suyos, no tuyos. No los recojas. No te los guardes.
Sí, lo sé, es fácil decirlo.
No tanto hacerlo.
Es importante aprender a aceptarnos, a valorarnos. A ser el protagonista de nuestra vida. Eres alguien muy especial. Eres único. Tienes mucho bueno que dar.
¡Sigue adelante!
Deja una respuesta