Muchas veces nos fabricamos corazas para que no nos hagan daño. Tenemos que ser lo suficientemente valientes como para dejar al menos un resquicio. No tenemos que confundir nuestra coraza con nuestro ser.

Muchas veces nos fabricamos corazas para que no nos hagan daño. Tenemos que ser lo suficientemente valientes como para dejar al menos un resquicio. No tenemos que confundir nuestra coraza con nuestro ser.