Hace más de 20 siglos, mientras la noche se extendía por la Tierra con sus miedos, sus inseguridades y sus penas, de pronto un llanto de vida inundó el Universo, dando paso poco después a una sonrisa entre un niño que cambiaría para siempre el mundo y su madre, entrando así la salvación a la Tierra.
Este año, el 25 de Diciembre, al igual que todos los años, esto volverá a ocurrir. El Niño renacerá en nuestros corazones para llevarnos a un mundo de paz y amor. Y si prestamos atención podremos oír el llanto del recién nacido, pero también la risa del bebé hacia el que la estrella indica.
Que el griterío de la celebración no ahogue el silencio que arropa la paz de este momento en el que la Luz rompe la noche y el amanecer revela un día en el que la oscuridad ya no volverá.
¡Feliz Navidad!