Es un dato conocido mi desconfianza respecto a la Wikipedia. Francamente, no entiendo cómo puede llegar a convertirse en referencia para tantas personas un lugar en el que cualquiera puede escribir de lo que quiera sin tener ni idea de ello. Supongo que será por el parecido con los programas de televisión en los que aparecen siempre los mismos tertulianos, hablando de cualquier cosa, sea la que sea.
Es verdad que, muchas veces, los que escriben se limitan a hacer un “copia-pega” de otros sitios más fiables. Pero incluso esa información, si queremos, la podemos cambiar. Yo mismo hice la prueba de cambiar un artículo según lo que a mí me parecía. Y resultó que podía sin problemas. Es decir, no hay expertos detrás de esos artículos. Y, si los hay, hay montones de personas que pueden cambiar el artículo en cuestión. ¿Cómo podemos asegurarnos de que un contenido es fiable? Al final, tienes que buscar en las notas al final otros enlaces de sitios más serios. Total, que o hago un doble trabajo de búsqueda o me conformo con una información cuando menos dudosa.
Eso, en temas como, por ejemplo, el valor del número PI no es muy problemático. El mayor problema viene en temas que realmente afectan a la gente. Porque, por ejemplo, resulta que Wikipedia censura contenido científico contrario al aborto. Es decir, no sólo puede llegar a cambiar los artículos cualquiera, sino que además, si lo que escribes no es del gusto ideológico de los administradores-censores del engendro en cuestión, te lo borran y te bloquean la cuenta.
¿Y a eso le llaman una enciclopedia libre? ¡Curiosa idea de libertad! ¡Y curiosa idea de enciclopedia!