Cualquiera que me conozca un poco sabe lo importantes que son para mí los libros. No se trata de una simple afición ni de un gusto por leer, es algo mucho más profundo.
Los libros me han ayudado durante años a mantenerme cuerdo. O más o menos cuerdo, como lo quieras ver.
En mi vida como informático, poco a poco me he ido quemando. De quemado he pasado a abrasado, a vivir en el núcleo del sol… La ansiedad ha crecido y crecido.
Y mi manera de lograr seguir adelante era, en efecto, sumergirme en un libro. Recorrer mundos que no tuvieran nada que ver con todo lo que me tocaba vivir en esas empresas. Mundos de fantasía en los que seguir a un cierto héroe, a un mago, ¡incluso a un asesino con buen corazón!
Mundos de ciencia ficción con inteligencias artificiales que nunca serán reales, por mucho que el autor haga lo posible por hacerlas factibles, con robots, naves espaciales, luchas por la libertad contra tecnologías opresivas.
Los libros, en cierto modo, son un lugar seguro al que volver cuando el mundo se torna demasiado complicado y amenaza con absorbernos por completo. Un lugar en el que vivir una segunda vida que sublime la real y, con esas vivencias, regresar a la real para seguir adelante.
No puedo minimizar la importancia de la ficción, en especial de la fantasía y la ciencia ficción, porque para mí es vital.
¿Y tú? ¿Qué libro has leído que te haya servido para afrontar con mejor cara el mundo real? Dímelo en los comentarios.