Tengo una gran noticia. He publicado un nuevo libro de vida cristiana, que creo además que llega en el mejor momento en el que podía llegar, a punto de entrar en la Pascua de Resurrección.
¿Por qué?
Pues porque el fin de la Semana Santa no se queda en la muerte de Cristo, tras su Pasión. Al contrario, toda ella apunta en dirección a la Resurrección de Cristo. Y, por tanto, a nuestro mismo destino como hijos de Dios. Al ser hijos en el Hijo, somos coherederos del Cielo.
Ser hijo de Dios es un maravilloso regalo del que muchas veces no somos todo lo conscientes que deberíamos. Por ello me decidí a escribir La alegría de ser hijo de Dios.
En este libro busco ayudarte a vivir la filiación divina con alegría, sabiendo que tienes un Padre que es amor, que es misericordioso. Ese es el motivo de que la cubierta tenga la escena del regreso del hijo pródigo: muestra de una forma muy gráfica cómo es Dios, siempre a la espera de que volvamos a Él, de que queramos aceptar sus dones.
Mediante un camino de 22 días, te irás introduciendo en el misterio y el gozo de saberse hijo de Dios. Tu vida cambiará para hacerla acorde al tipo de vida que debe llevar un hijo de Dios.
Te animo a descubrir La alegría de ser hijo de Dios.