Ayer el Santo Padre envió dos nuevos “tuits”. Los comento un poco.
En nuestro camino de fe hay momentos de luz y de oscuridad. Si quieres caminar siempre en la luz, déjate guiar por la Palabra de Dios.
Aquí hay más de lo que parece. Por supuesto, la Palabra de Dios la encontramos en la Biblia. Una palabra siempre actual y diferente, antigua y actual a la vez. Una guía segura en el camino. Tenemos que leer atentamente las Escrituras desde el Magisterio de la Iglesia y permitir que iluminen nuestro interior.
Pero, además, la Palabra se hizo carne. Jesús es el Logos. Es el Camino, la Verdad y la Vida. Para caminar en la luz tenemos que ir por el Camino. Tenemos que agarrarnos a Jesús. Seguirle a Él. Buscarle a Él. Sólo Él tiene palabras de vida eterna. Él mismo es la Luz.
María recibe con gozo el anuncio de que será madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. La auténtica alegría nace de la unión con Dios.
María es la llena de gracia. Y la gracia es la participación en la vida divina. María llega al culmen de la unión con Dios cuando ella misma se convierte en su madre. Y Él, el Hijo de Dios, comenzó la participación en la vida humana gracias a María. El gozo de María radica en ese ansia por el encuentro con Dios, por participar aún más de Él. Un ansia que no agobia, sino que engrandece el corazón. En el anuncio de que será la madre de Jesús, María se encuentra con que Dios llega al máximo de la cercanía hacia ella. ¿Cómo podría no estar gozosa?
Todos aspiramos, consciente o inconscientemente, a la unión con Dios. Porque estamos hechos para Él. Para ser felices en Él. Porque, al participar de la vida divina, que es Amor puro, sólo se puede ser feliz.