¿Por qué leer ciencia ficción (y fantasía)?

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Tengo que reconocer que me llama la atención que, al menos en determinados círculos, a la ciencia ficción y a la fantasía se las tiene como géneros menores. Como si no fuera literatura «de verdad». Y me llama la atención porque obras como De la Tierra a la Luna, de Julio Verne, o las leyendas artúricas, son ciencia ficción y fantasía respectivamente, y no creo que a nadie se le ocurra quitarles importancia.

En esta entrada te quiero dar varios motivos por los que leer ciencia ficción y fantasía. Si ya leías estos géneros, espero que te animen a seguir con esta afición. Y, si no los lees, me gustaría animarte a darles una oportunidad.

5 motivos para leer ciencia ficción y fantasía

Te permite evadirte de la realidad

Al principio puede sonar un poco mal esto de evadirse de la realidad, ¿no? Parece como si estuviéramos diciendo que los que leemos estos géneros somos unos cobardes que tratan de escapar de sus vidas.

Habrás notado que he recalcado el «parece», porque no es así en absoluto. O no tiene por qué serlo, que de todo hay.

Todos necesitamos un descanso de vez en cuando. Todos, da igual lo que hagas. Cada día tiene sus agobios, que poco a poco se van acumulando en el subconsciente, nos van agotando, nos van quemando. Yo lo he notado, supongo que tú también.

La ciencia ficción y la fantasía, al hacernos viajar a una realidad alternativa, nos permiten descansar, liberar la mente. Nos dan esos momentos de evasión que son como unas pequeñas vacaciones cada día. Y eso es algo muy bueno y muy útil.

Mi propia experiencia es esa: estar agobiado por el trabajo y lograr llevar el día a día mucho mejor gracias a poder salir de vez en cuando a un mundo diferente. No se trata de una huida, sino de unas minivacaciones, como te he dicho antes. Unas vacaciones que pueden ser tan breves como de un cuarto de hora, por ejemplo. Pero, con ese poco tiempo, si el libro realmente te atrapa, si sus personajes son auténticos, ya consigues recuperar un poco el ánimo. No deja de ser un viaje instantáneo. Y en los viajes uno tiende a desconectar bastante de los problemas del día a día.

Permite reflexionar sobre la realidad

Al mismo tiempo que te permite evadirte de la realidad, puede servir para reflexionar sobre acontecimientos, ideas y situaciones del mundo real. Tanto en la fantasía como en la ciencia ficción, al ser ficción especulativa, el autor puede experimentar con ideologías, descubrimientos, etc. y llevarlos a sus máximas consecuencias.

Esa es la magia de la ficción especulativa: nos permite adentrarnos sin red de seguridad en preguntas como «¿qué pasaría si…?». Por ejemplo, en mi caso, en Memorias del ocaso juego con la posibilidad de que una inteligencia artificial, siguiendo su programación, consiga llegar a dominar todos los sistemas en busca de conocimiento. Simultáneamente, esa trama la utilizo para reflexionar sobre la influencia de la tecnología en nuestras vidas, la difícil elección a veces entre el bien y el mal, lo que hace humano al ser humano…

Todo autor deja parte de sí en su obra, pero considero que en estos géneros, al permitir tanta libertad narrativa, nos lanzamos (o podemos lanzarnos) más a volcar nuestras preocupaciones, nuestros sueños, nuestras dificultades, para tratar de darles quizá no respuesta, sino simplemente una vuelta, jugar con ellos, valorar opciones..

Despierta la imaginación

Motivos para leer ciencia ficción y fantasíaTanto la fantasía como la ciencia ficción están plenos de imaginación. Universos, razas y seres extraños, fascinantes descubrimientos… Todo surgido de la imaginación del autor, pero basándose en el mundo real, lo que le da un ancla para que no resulte todo demasiado etéreo, demasiado difícil de creer.

Sumergirse en un ambiente surgido de la imaginación te «obliga» a despertar tu imaginación para dar vida a ese mundo en tu mente, albergando posibilidades que, quizá, antes no te habías planteado siquiera.

Esto también es válido para los avances científicos. Sobre todo en el caso de la ciencia ficción, no sería el primer caso en el que una obra literaria sirve de inspiración a inventores e investigadores. Ejemplos de esto podrían ser la realidad virtual, el helicóptero, los coches autónomos… ¡incluso los smartwatches!

Te invita a aprender

Estás tranquilamente leyendo una novela de fantasía y te encuentras con cómo organizaron un ejército para luchar con el enemigo en una batalla que sería recordada por los bardos para siempre. ¿Qué hace exactamente un bardo? ¿Qué es una falange? ¿Y un pilum? No pocas veces se utilizan conceptos históricos en este tipo de novelas que te pueden llamar la atención lo suficiente como para querer saber más sobre ellos. De hecho, muchas veces los autores nos basamos en casos reales de la Historia.

Pasa igual con la ciencia ficción. Te hablan de astronomía, de robótica, de biología, y te invitan a buscar más información sobre todo ello. ¿Cómo están formados los anillos de Saturno? ¿Hay alguna manera de escapar a la paradoja de los viajes en el tiempo?

Aparte están otros temas que también se manejan en ambos géneros, como psicología, filosofía, incluso conceptos teológicos. Por ejemplo, Brent Weeks, uno de mis escritores favoritos de fantasía, toma muchos elementos de Aristóteles.

Es divertido

Por último, pero no por ello menos importante (de hecho, iba a poner el primero este motivo), está la diversión que supone explorar un nuevo mundo. ¿Quién no ha disfrutado surcando el océano con el capitán Nemo? ¿Quién no ha seguido las aventuras de los caballeros de la mesa redonda en su búsqueda del Grial?

Ver cómo evolucionan los personajes en mundos con sus propias reglas, disfrutar del sistema de magia que el autor ha desarrollado, o de los avances científicos que ha soñado y hacerlos, en cierto modo, propios.

Las posibilidades de la fantasía y la ciencia ficción son infinitas. Y ahí están, esperándote para que desentrañes sus misterios.

Jorge Sáez Criado escritor ciencia ficción y fantasía
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Jorge Sáez Criado tiene una doble vida: unos días escribe sobre espiritualidad y otros hace sufrir a personajes imaginarios que se enfrentan a épicas batallas entre el bien y el mal. Informático durante el día y escritor durante la noche, este padre de familia numerosa escribe historias con una marcada visión positiva de la vida sin dejar de lado una de las principales funciones de la ficción: explorar la verdad.