Un año sin nuestro amigo
Ya hace un año que nuestro gran amigo, Juan Pablo II, volvió a la casa del Padre. Parece que fue ayer cuando, con el corazón en un puño, desde todo el mundo se seguía paso a paso la evolución de la enfermedad que acabaría por matar su cuerpo, para dar el paso al lugar al que realmente pertenecía nuestro Papa. Demostró que, cuando se camina con Cristo, no hay motivo para tener miedo, sólo esperanza. Paz, esperanza, justicia, amor. En contraposición con la inestabilidad y la constante sensación de no saber a dónde se va, cuando se rechaza a Cristo. Y Juan Pablo II demostró claramente todo ello. Es más, demostró hasta qué punto la cruz es valiosa, hasta qué punto, lejos de ser un mensaje de derrota, de alguien muerto en unos maderos, es más bien un mensaje de victoria absoluta, un mensaje de amor. Nos mostró hasta qué punto el sufrimiento forma parte de la vida del ser humano, y la actitud con la que hay que aceptarlo. Porque, lo queramos o no, ser humano implica sufrir. Y no es lo mismo afrontarlo con pesimismo, abogando incluso por la eutanasia, que afrontarlo como una parte más … Sigue leyendo