La Cuaresma: camino hacia la Pascua
En unos días, con el miércoles de ceniza, comenzará uno de los «tiempos fuertes» dentro del año litúrgico. La Cuaresma es la preparación para el gran acontecimiento de la Pascua, la Resurrección del Señor. Pero no se nos tiene que olvidar que sin Viernes Santo no hay Pascua. No podemos caer en el extremismo de considerar solo importante el Viernes Santo (cosa demasiado habitual) o la Pascua de Resurrección. Cristo resucitó, pero mantuvo las marcas de la Crucifixión.
Este tiempo nos invita a la conversión. En la liturgia del Miércoles de Ceniza se hace esta invitación de dos posibles maneras mientras nos imponen la ceniza: «conviértete y cree en el Evangelio» o «acuérdate de que eres polvo y en polvo te convertirás». Hay que evitar pensar que la segunda opción sea más macabra o más tristona. Eso no es así en absoluto. Es una llamada a recordar que somos limitados, que nuestros días en la tierra no son infinitos y, por tanto, tenemos que aprovechar este tiempo para acercarnos a Cristo. Ya dice el Evangelio: «¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?» (Mt 16, 26).
Esta … Sigue leyendo