Leo es un niño de once años de lo más normal.
Excepto por el tema de los portales para cruzar a otros mundos, claro.
Leo tiene un superpoder muy extraño. Se enteró una noche, al ir al frigorífico (según él, solo para mirar. En ningún caso para comerse la tarta de chocolate). Descubrió una grieta que lo podía llevar a otros mundos, mundos de duendes y hadas. No se lo podía creer, pero los tenía delante de él y la evidencia es la evidencia.
En cierta ocasión, huyendo de Ricky, un abusón que le hacía la vida imposible, se cruzó con unos niños muy extraños. Eran duendes, como los de ese mundo al que había cruzado, aunque solo él parecía darse cuenta. ¿Qué hacían en nuestro mundo?
Así que se puso a recorrer el mundo de los duendes para aclarar todo ese lío. Y se encontró con que solo él podía arreglarlo. Menos mal que, para ello, puede contar con su familia y unos inesperados amigos.
¿Lo acompañarás en su aventura?