¿Te has fijado en que mi logo es nada menos que un ave fénix? ¿Y en que el nombre de mi lista de correo es Siempre renaciendo?
No es algo casual.
El fénix es un animal mitológico fascinante. Inmortal en cierto modo, ya que es capaz de renacer de sus propias cenizas una y otra vez, da idea de permanencia, de seguir adelante pase lo que pase. Incluso ante la muerte no se da por vencido: vuelve de nuevo.
No es extraño que también fuera adoptado como símbolo de Cristo, muerto y resucitado.
Pues bien, echando la vista atrás, me he dado cuenta de que, ante cada golpe, ante cada pequeña muerte, he seguido adelante. Me he levantado y he empezado a avanzar de nuevo, por mucho que me costara.
Por mucho que esas circunstancias me hicieran arder por dentro.
Además, esa esperanza que se mantiene siempre ahí es algo que quiero transmitir en mis libros, en mis vídeos y en toda mi obra. No te voy a dar finales miserables por completo, siempre dejaré espacio para la esperanza.
Al fin y al cabo, sin esperanza no somos capaces de caminar. No podemos dejarnos vencer por los problemas.
Siempre tenemos que continuar. Tenemos que renacer una y otra vez, hasta el final de nuestra vida, que también llevará a un nuevo renacimiento, a la resurrección.
El fénix es, por tanto, algo que llevo y quiero llevar siempre en el corazón, cada día de mi vida.
Por eso es mi logo. Por eso mi lema es Siempre renaciendo.
Glorifica al Señor con tu vida.
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