No juzguéis si no queréis ser juzgados
Artículo publicado en la revista Icono de la editorial Perpetuo Socorro, año 112, número 2, de Febrero de 2011, bajo el título “No juzgar”.
¡Cómo nos gusta juzgar a los demás! Tenemos tendencia a creernos superiores a ellos, pero de lo que no solemos darnos cuenta, yo el primero, es de que siempre juzgamos desde nuestra subjetividad, no desde la objetividad. Sólo vemos las cosas desde nuestro particular y estrecho punto de vista y no nos fijamos en la totalidad de cada situación. Y es, como mínimo, arriesgado juzgar a alguien con tan pocos datos. Si desconocemos sus problemas, sus circunstancias, lo que alberga en su corazón, no podemos saber a ciencia cierta el motivo por el que alguien actúa de una determinada manera. Por eso, como el interior del corazón sólo Dios lo conoce, sólo Él está capacitado para juzgar. Pero ¡qué frecuente es dar gratuitamente nuestro juicio sobre todo aquel que nos crucemos! Es típico hablar de los jefes de cada uno como gente que no sabe nada, por ejemplo. Y no caemos en la cuenta de que es imposible conocer a la perfección los detalles de una empresa, … Sigue leyendo